lunes, 5 de octubre de 2009

Remedios preciosos contra las artimañas del diablo

Cuando el cristianismo parece de poca importancia

Capítulo X


Existe otro método del diablo para impedir el servicio de los creyentes, consiste en hacerles pensar que hay un número pequeño de personas que sirven a Cristo y que esas personas son los menos importantes, los de menos influencia y los más pobres de todos. Satanás les dirá, “seguro que no quieren malgastar su vida en medio de un pueblo como éste, sin poder, sin influencia, ignorantes y pobres. No vale la pena obedecer a Dios si su pueblo es así”. ¿Cómo deben reaccionar los creyentes cuando el diablo les habla de esta manera?


Primero, deben recordar que aunque Satanás les llame pobres a los seguidores de Cristo, y aunque sean pobres en cuanto a los bienes del mundo, en realidad son los más ricos. No ricos en cuanto al dinero o en cuanto a bienes, sino ricos en las bendiciones de Dios. Santiago, hablando de este asunto escribió: “Hermanos míos amados oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?” (Stg 2:5) Estos pocos y pobres e insignificantes cristianos como Satanás les llamaría, en verdad son los más ricos y poderosos del mundo. Aunque tengan poco en sus manos, poseen mucho en sus esperanzas. Aunque casi no tengan nada ahora, son los herederos del glorioso reino de Dios.


Segundo, los creyentes también deben recordar que a lo largo de la historia humana, algunos de los creyentes han sido ricos y famosos. Por ejemplo Abraham y Job son dos casos de creyentes que eran ricos en bienes materiales. Entonces Satanás no tiene razón en decir que todos los creyentes siempre han sido pobres. Algunos creyentes son ricos en bienes de este mundo y todos son ricos en bendiciones espirituales.


Tercero, las bendiciones espirituales son más grandes que todas las riquezas terrenales de todos los inconversos en el mundo. El creyente más pobre con bendiciones espirituales, posee más que la persona más rica de la tierra sin ellas. Las bendiciones espirituales satisfacen cuando las bendiciones materiales no pueden hacerlo. Jesús habló de las bendiciones espirituales como agua viva: “Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré será en el una fuente de agua que salte para vida eterna” (Jn 4:14) Los creyentes tienen bendiciones perdurables que nunca les podrán ser quitadas. Las bendiciones de los creyentes les acompañan en todo tiempo: en la prisión, en el tiempo de la enfermedad, a la hora de la muerte y en la eternidad. Ningunas riquezas terrenales pueden hacer esto. ¿Quién es realmente pobre? ¿El así llamado “pobre” creyente o el inconverso más rico de la tierra?


Satanás está ocultando parte de la verdad cuando dice que solo hay creyentes pobres en el mundo. Aunque parezca que es así, la realidad es otra. El número total de creyentes en el mundo es muy grande. Y el número de creyentes que ha existido a los largo de la historia es también cuantioso. Apocalipsis 7:9 dice que el apóstol Juan vio “una gran multitud la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y de la presencia del cordero”. Aunque puede ser que muchos creyentes viven en lugares donde existen pocos cristianos y muchos de ellos son pobres y humildes, no siempre es así. El día vendrá pronto cuando estos creyentes pobres y humildes brillarán como el sol. Pablo escribió acerca de cómo Dios levantó a los creyentes y los hizo sentar en los lugares celestiales (Ef 2:6) Algún día Dios mostrará al mundo que tan bendito es su pueblo. Entonces los ricos de la tierra envidiarán a los creyentes que antes juzgaron como pobres.


Thomas Brooks

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