El libro de los Salmos no habla directamente sobre el matrimonio, pero sí ofrece principios fundamentales que pueden aplicarse a cualquier relación, incluido el matrimonio. A través de los salmos, encontramos enseñanzas sobre la fidelidad, la confianza, el amor y el papel de Dios en las relaciones humanas. Varios salmos presentan a Dios como el esposo perfecto que ama incondicional, constante y eternamente a su pueblo. De manera que Dios se presentan a sí mismo como un modelo a seguir para disfrutar de un matrimonio saludable y sólido.
La Centralidad de Dios en el matrimonio:
Aunque el libro de los Salmos no lo indica de forma directa, el matrimonio es de origen divino. El primer libro de la Biblia enseña que Dios fue quien instituyó el matrimonio (Génesis 2:24). Debido a esto, el libro de los Salmos, muestra la importancia de poner a Dios en el centro de todas nuestras relaciones. El Salmo 127:1 dice: "Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia." Este versículo nos recuerda que la construcción y protección de un matrimonio sólido depende de la presencia de Dios en él. Cuando Dios es la base de nuestro matrimonio, podemos edificar una vida juntos llena de propósito, comprensión, ayuda, alegría y paz.
El Amor y la Fidelidad en el matrimonio:
Son muchos los Salmos que presentan a Dios como Aquel que ama Su pueblo y es fiel a Su pueblo. En el Salmo 36:5 dice: "Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, y tu fidelidad alcanza hasta las nubes." El Salmo 117:2 dice: "Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia, y la fidelidad de Jehová es para siempre. Aleluya." El amor y la fidelidad de Dios es un modelo perfecto para todos aquellos que se han comprometido en el matrimonio. El matrimonio implica un compromiso constante, incluso cuando las circunstancias son difíciles. Así como Dios es fiel con su pueblo, los esposos deben aprender a ser fieles en sus votos, el uno al otro y ante Dios.
El Gozo en el matrimonio:
El Salmo 128 es especialmente significativo para los matrimonios. Nos habla de la bendición que recibe la pareja que teme al Señor y anda en sus caminos. Este salmo dice: "Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien. Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Jehová. Bendígate Jehová desde Sion, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida, y veas a los hijos de tus hijos." Esta imagen de una vida llena de alegría y bendiciones nos recuerda que un matrimonio que camina conforme a los principios de Dios verá el fruto de su amor en su familia, en sus hijos y en la paz de su hogar.
Los Problemas en el matrimonio:
No todo en el matrimonio es fácil, y las dificultades son parte del viaje en esta vida. El Salmo 34:15, 17-18 es un aliento para los matrimonios que luchan con problemas, angustias y tristezas: "Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos. Claman los justos, y Jehová oye, y los libra de todas sus angustias. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu." Cuando el matrimonio atraviesa tiempos difíciles, es urgente y vital acudir a Dios en oración, confiando en que Él escucha, comprende y está cerca de aquellos que sufren. Unirse en oración es una forma poderosa de fortalecer cualquier relación, principalmente el matrimonio.
La Armonía en el matrimonio:
Finalmente, el Salmo 133:1 nos recuerda: "¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!" Este versículo no solo habla de la unidad entre hermanos, sino también de la unidad en el matrimonio. La armonía, la paz y la comprensión mutua deben ser los pilares que sostienen a un esposo y una esposa. Es importante recordar que la armonía en pareja, en medio de las dificultades, es un testimonio del amor y la gracia de Dios. Los matrimonios deben esforzarse por cultivar y hacer crecer su unidad matrimonial. Deben recordar que Dios estará siempre dispuesto a ayudarles para que puedan vivir en armonía.
Aplicación:
- Haz de Dios el centro de tu matrimonio: Si quieres que tu matrimonio prospere, pon a Dios en el centro de todo lo que haces. Haz de la oración, la meditación de la Palabra y la comunión con Él una prioridad.
- Practica la fidelidad en tu matrimonio: Aun cuando enfrentes dificultades, recuerda que el amor verdadero es un compromiso que va más allá de las emociones pasajeras. El amor y la fidelidad de Dios son un modelo a seguir en tu matrimonio.
- Busca la armonía en tu matrimonio: No solo en los momentos buenos, sino también en los momentos difíciles, busca la unidad. La unidad en la relación trae frutos de gozo, paz y prosperidad. Sé intencional en promover la armonía en tu hogar.
- Confía a Dios tu matrimonio: Cuando las pruebas lleguen, no dudes en clamar a Dios. Él está cerca de los que sufren y promete dar fuerza en las dificultades.
- Disfruta tu matrimonio: Disfruta de la compañía de tu pareja. La risa, el gozo y la armonía son esenciales en un matrimonio que honra a Dios.
Lecturas sugeridas para edificar matrimonios saludables que honren a Dios:
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