miércoles, 2 de julio de 2025

La Familia en el libro de los Salmos

La Biblia asegura desde su principio hasta su fin, que Dios es nuestro Creador. Por tanto, no es extraño que en el libro de los Salmos encontremos a Dios enseñándonos sobre uno de los pilares fundamentales de la sociedad y de nuestras vidas: La familia. Dios guio a diferentes autores para que escribieran sobre como la familia es una parte esencial desde el nacimiento de una persona hasta su muerte. Esto significa que los Salmos nos presentan una perspectiva divina sobre lo que significa ser una familia.

La Familia es un Regalo y una Herencia de Dios

Una de las verdades más destacadas sobre la familia en los Salmos se encuentra en el Salmo 127:3: "He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre." Esta es una afirmación profunda y transformadora. Nuestros hijos no son solo un producto de nuestra biología; son un regalo, una herencia directa de Dios. Esta perspectiva eleva la paternidad y la maternidad a una vocación sagrada, recordándonos que somos cuidadores de almas preciosas que pertenecen al Creador. Son un tesoro que se nos confía para ser nutridos en el camino de la fe.

La responsabilidad de los Padres: Guía y Protección

Los Salmos también resaltan la importancia de la instrucción y la guía paternal. El Salmo 78:4-6 habla de transmitir las obras y los estatutos de Dios a las generaciones venideras: "No las encubriremos a sus hijos, contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová, y su potencia, y las maravillas que hizo. Él estableció testimonio en Jacob, y puso ley en Israel, la cual mandó a nuestros padres que la notificasen a sus hijos; para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos." La familia se convierte en la principal escuela de fe, donde los padres tienen la responsabilidad de enseñar, mostrar y transmitir la verdad de Dios. Esta transmisión verbal y ejemplar asegura que la fe no se pierda, sino que florezca de generación en generación. Además, el Salmo 127:4 compara a los hijos con "saetas en mano del valiente." Esta imagen no solo habla de la fuerza y el potencial de los hijos, sino también del rol del padre (o de los padres) como el "valiente" que las prepara y las dirige. Implica una crianza intencional y con propósito, forjando el carácter de los hijos para que sean útiles y efectivos en la vida, preparados para enfrentar desafíos con integridad y sabiduría. 

La Fortaleza y el Refugio de la Familia

Los Salmos indican que la familia debería ser un lugar de seguridad y bendición. El Salmo 128, un salmo de peregrinación pinta un cuadro hermoso de la prosperidad y la paz en el hogar del hombre que teme a Jehová: "Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová, Que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado serás, y te irá bien. Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa; Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Jehová."  Aquí, la familia no es solo una institución social, sino un refugio donde hay bendición y paz, donde la esposa y los hijos son fuentes de alegría y estabilidad. Es un lugar donde el trabajo cotidiano y la fe se encuentran, y donde la gracia de Dios se hace visible en la prosperidad y la armonía.

La Esperanza de la Familia

Finalmente, el libro de los Salmos nos infunde una profunda esperanza para el futuro a través de la familia. El Salmo 102:28 dice: "Los hijos de tus siervos habitarán seguros, y su descendencia será establecida delante de ti." La familia es el vehículo a través del cual el legado espiritual se mantiene vivo, asegurando que el nombre de Dios sea alabado por siempre. Esto nos asegura la continuidad de la fe y la promesa de que las futuras generaciones conocerán a Dios. 

Aplicación personal 

Los Salmos muestran que la familia es mucho más que una institución y unidad social. La familia es una herencia divina, un lugar de formación y transmisión de la fe, un refugio de seguridad y bendición, y el vehículo para la continuidad del legado de Dios a través de las generaciones. Nos invitan a valorar a cada miembro de nuestra familia, a invertir en su crecimiento espiritual y a construir hogares donde la presencia de Dios sea el centro.

Que el libro de los Salmos nos guíe a honrar a Dios en nuestra vida familiar, sabiendo que, al hacerlo, estamos construyendo algo eterno.


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El autor y editor de este comentario fue Charles Haddon Spurgeon. En español este comentario ha sido publicado en tres volúmenes. En los siguientes enlaces encontrará más información al respecto.

El tesoro de David Vol. 1

El tesoro de David Vol. 2

El tesoro de David Vol. 3 


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